PENSANDO EN MAMÁ
Viví una infancia feliz, no tengo recuerdos que me hayan marcado para mal, o tal vez los superé. Cuando era adolescente intenté escribir mas de una vez sobre mi infancia y dramatizaba bastante.
Pasé momentos complicados, claro que sí, pero estoy seguro que hay 2 motivos para que mi niñez no fuera gris. El principal fue Dios que me guardó y protegió siempre, y aquellas cosas que tal vez me estaban haciendo daño, cuando le conocí, las superé.
El otro motivo, que viene de la mano de Dios, fue el ángel que escogió para que me cuidara desde antes de nacer, mi Madre. Ella siempre fue algo así como un colchón de plumas, que amortiguaba siempre las caídas y te hacía sentir que hasta era divertido. Hoy como adulto recuerdo las veces que su mayor esfuerzo era esbozar una sonrisa para que nosotros no supiéramos cuando estaba sufriendo, esa parecía su principal meta, su motivación, su razón de vivir. Soñadora y luchadora, si hoy escribo es por sus facetas de escritora. Nos escribió un poema a cada uno de sus seis hijos, y si le preguntas quien tuvo varicela, ella te menciona la fecha en que cada uno la padeció. Todos en algún momento la acusamos de favoritismo con algunos de mis hermanos, lo cierto es que los "favoritos" también la acusaron con los mismos cargos. Es que una madre no tiene favoritos, sino que sabe cuando discernir el momento en el que tiene que poner mas fuerzas en aquél que mas la necesita, no descuidando al resto, pero sabiendo que están bien encaminados. Hoy, que soy padre, puedo apenas imaginar y ver lo que vive una madre.
Solemos hablar de los sufrimientos pero nos olvidamos de lo que ellas disfrutan de ese don maravilloso que les fue otorgado exclusivamente, que si viven diez sufrimientos y una alegría con sus hijos, estoy seguro que pesa mucho mas esa pequeña alegría.
Hoy que tengo esposa, que es una gran madre, se me vienen los recuerdos mas felices, al verla jugar con nuestros hijos y verme en ellos, reviviendo aquellos juegos, y por sobre todo, esos valores tan importantes que me enseñó mamá. En la adolescencia siempre encontraba excusas para decir que los padres de mis amigos eran mejores que los míos, hoy le doy gracias a Dios porque tengo la mejor madre del mundo.
Me dio armas para pelear cuando sea necesario, pero me dio herramientas para construir, me dio pinceles para dibujar, me dio una pluma para escribir, me dio amor para vivir. Es difícil hablar de una madre sin emocionarse, sin quedarse corto, y tal vez carezca de imparcialidad, de objetividad, pero es un pecado que se puede perdonar, es que a una madre no se la juzga, no se la pesa, mucho menos se la condena, por el simple hecho de que es Madre y ya con eso...basta.
Pasé momentos complicados, claro que sí, pero estoy seguro que hay 2 motivos para que mi niñez no fuera gris. El principal fue Dios que me guardó y protegió siempre, y aquellas cosas que tal vez me estaban haciendo daño, cuando le conocí, las superé.
El otro motivo, que viene de la mano de Dios, fue el ángel que escogió para que me cuidara desde antes de nacer, mi Madre. Ella siempre fue algo así como un colchón de plumas, que amortiguaba siempre las caídas y te hacía sentir que hasta era divertido. Hoy como adulto recuerdo las veces que su mayor esfuerzo era esbozar una sonrisa para que nosotros no supiéramos cuando estaba sufriendo, esa parecía su principal meta, su motivación, su razón de vivir. Soñadora y luchadora, si hoy escribo es por sus facetas de escritora. Nos escribió un poema a cada uno de sus seis hijos, y si le preguntas quien tuvo varicela, ella te menciona la fecha en que cada uno la padeció. Todos en algún momento la acusamos de favoritismo con algunos de mis hermanos, lo cierto es que los "favoritos" también la acusaron con los mismos cargos. Es que una madre no tiene favoritos, sino que sabe cuando discernir el momento en el que tiene que poner mas fuerzas en aquél que mas la necesita, no descuidando al resto, pero sabiendo que están bien encaminados. Hoy, que soy padre, puedo apenas imaginar y ver lo que vive una madre.
Solemos hablar de los sufrimientos pero nos olvidamos de lo que ellas disfrutan de ese don maravilloso que les fue otorgado exclusivamente, que si viven diez sufrimientos y una alegría con sus hijos, estoy seguro que pesa mucho mas esa pequeña alegría.
Hoy que tengo esposa, que es una gran madre, se me vienen los recuerdos mas felices, al verla jugar con nuestros hijos y verme en ellos, reviviendo aquellos juegos, y por sobre todo, esos valores tan importantes que me enseñó mamá. En la adolescencia siempre encontraba excusas para decir que los padres de mis amigos eran mejores que los míos, hoy le doy gracias a Dios porque tengo la mejor madre del mundo.
Me dio armas para pelear cuando sea necesario, pero me dio herramientas para construir, me dio pinceles para dibujar, me dio una pluma para escribir, me dio amor para vivir. Es difícil hablar de una madre sin emocionarse, sin quedarse corto, y tal vez carezca de imparcialidad, de objetividad, pero es un pecado que se puede perdonar, es que a una madre no se la juzga, no se la pesa, mucho menos se la condena, por el simple hecho de que es Madre y ya con eso...basta.
waw, profundo me encanto y como madre he hija hasta me emociono gracias a Dios por su vida por esa madre q crio un gran pastor DIOS LOS BENDIGA
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