ENTENDIDOS EN LOS TIEMPOS (POR OSKAR DARÍO)
ENTENDIDOS EN LOS TIEMPOS (POR OSKAR DARÍO)
De Isacar: doscientos jefes y todos sus parientes bajo sus órdenes. Eran hombres expertos en el conocimiento de los tiempos, que sabían lo que Israel tenía que hacer. 1 Cro. 12:32 (Biblia NVI)
Este pasaje de la Biblia lo vengo masticando hace meses, por no decir años; que no es tan exagerado. A través del conocimiento de ella, mi oración cambió, el punto de vista sobre ciertos aspectos de la vida dio un giro bastante interesante, y a partir de que mi oración comenzó a ser "hazme entendido de los tiempos" he sido probado, reprobado, probado nuevamente y de a ratos aprobado, con ciertas materias pendientes de revalidación.
Me resulta mas que interesante el hecho de que hubiera una tribu, como la de Isacar, a quien acudían el resto de las tribus para consultarles lo que tenían que hacer, simplemente, porque estos hombres eran expertos en el conocimiento de los tiempos. Hoy, vivimos una época en la que el consejo está muy manoseado, ahora tenés consejeros hasta de cómo tenés que cortar el pasto, como manejar las finanzas, como ser un hombre de exito, cómo vestirte, y lo que brindan son "soluciones mágicas"no cumpliendo la función del consejo en sí, que es la de encaminar a la persona que lo pide a aclarar el panorama para poder resolver él mismo el problema. Israel quería saber si era el tiempo de conquistar o quedarse a resguardo, pues entonces consultaban a los de Isacar, que eran expertos en el conocimiento de los tiempos. Esta costumbre se fue manteniendo tras generaciones, en donde los profetas, a los cuales también llamaban videntes, cumplían un papel fundamental en las decisiones del país.
Nos hemos vuelto tan exitistas, incluyo el "evangelio y los predicadores exitistas", que no nos bancamos la derrota, el fracaso, los malos resultados. No soportamos los procesos cuando éstos son lentos, y preferimos cosas de menor calidad, pero en el menor tiempo posible (¡¡¡hoy podemos tener pronta una torta de chocolate en dos minutos hecha en el microondas!!!)
El rey Salomón, sí, el hijo de David, al cual Dios le dio la sabiduría que jamás un hombre había tenido ni tendrá, dijo: "Todo tiene su tiempo"; como nos molesta eso en una época en la que es todo rápido!!! en la época del "fast-food", donde la tecnología nos ha entregado el mundo en nuestras manos, con apps que nos permiten pagar cuentas desde nuestro celular, ¡sin movernos de casa!, y sin embargo, seguimos viviendo a las corridas. No tenemos tiempo para visitar a quienes amamos, no tenemos tiempo para la familia, no tenemos tiempo para ir a la iglesia, y mucho menos tiempo para Dios.
Sigue diciendo Salomón (Eclesiastés 3); hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo: un tiempo para nacer, y un tiempo para morir; un tiempo para plantar, y un tiempo para cosechar...un tiempo para destruir, y un tiempo para construir; un tiempo para llorar, y un tiempo para reír; un tiempo para estar de luto, y un tiempo para saltar de gusto; un tiempo para esparcir piedras,
y un tiempo para recogerlas; un tiempo para abrazarse, y un tiempo para despedirse....
No nos habla de éxito continuo, nos habla de silencios, nos habla de lágrimas, de siembra a la espera de la cosecha, de tiempo de destruir, todo lo que hoy no queremos escuchar, porque no analizamos las frases que hoy leemos, mientras nos digan cosas que endulcen nuestros oídos u ojos.
Todo tiene su tiempo, y eso lo supo Job cuando estaba con una lepra en todo su cuerpo, en medio de las terribles pérdidas sufridas y una esposa que le incitaba a maldecir a Dios y morirse: Dios dio, Dios quitó, sea su Nombre bendito (Job 1:21) era su convicción, remata esa afirmación preguntando: ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? (Job 2:10).
Un Dios a nuestra semejanza
Hoy se confunde la espiritualidad con la "meditación, yoga, etc", nada mas lejos de la realidad. Es fácil mostrarnos reflexivos ante un mundo que cree todo lo que lee en internet, sin embargo, la persona espiritual es la que conoce la voluntad de Dios y renuncia a la propia para agradarle, porque no busca lo suyo, sino que sabe que la voluntad de Dios es "agradable y perfecta", la que tiene dominio propio, la que tiene el carácter compasivo de Jesucristo, la que tiene coherencia en lo dice y sus obras. Pero es mas fácil tomar un pedazo de madera y decir: "este es mi dios", tomar una filosofía barata, sin exigencias, sin compromisos, sin moral, y decir "todos los caminos llevan a Roma". Un dios hecho a nuestra semejanza, inventado, amoldado a nuestros caprichos y modas, ¡como que el Dios verdadero tuviera necesidad de un marketing engañoso!
Me topé hace un tiempo con un pasaje que se encuentra en Oseas 2:14
"Por eso, ahora voy a seducirla:me la llevaré al desierto y le hablaré con ternura"
De Isacar: doscientos jefes y todos sus parientes bajo sus órdenes. Eran hombres expertos en el conocimiento de los tiempos, que sabían lo que Israel tenía que hacer. 1 Cro. 12:32 (Biblia NVI)
Este pasaje de la Biblia lo vengo masticando hace meses, por no decir años; que no es tan exagerado. A través del conocimiento de ella, mi oración cambió, el punto de vista sobre ciertos aspectos de la vida dio un giro bastante interesante, y a partir de que mi oración comenzó a ser "hazme entendido de los tiempos" he sido probado, reprobado, probado nuevamente y de a ratos aprobado, con ciertas materias pendientes de revalidación.
Me resulta mas que interesante el hecho de que hubiera una tribu, como la de Isacar, a quien acudían el resto de las tribus para consultarles lo que tenían que hacer, simplemente, porque estos hombres eran expertos en el conocimiento de los tiempos. Hoy, vivimos una época en la que el consejo está muy manoseado, ahora tenés consejeros hasta de cómo tenés que cortar el pasto, como manejar las finanzas, como ser un hombre de exito, cómo vestirte, y lo que brindan son "soluciones mágicas"no cumpliendo la función del consejo en sí, que es la de encaminar a la persona que lo pide a aclarar el panorama para poder resolver él mismo el problema. Israel quería saber si era el tiempo de conquistar o quedarse a resguardo, pues entonces consultaban a los de Isacar, que eran expertos en el conocimiento de los tiempos. Esta costumbre se fue manteniendo tras generaciones, en donde los profetas, a los cuales también llamaban videntes, cumplían un papel fundamental en las decisiones del país.
Nos hemos vuelto tan exitistas, incluyo el "evangelio y los predicadores exitistas", que no nos bancamos la derrota, el fracaso, los malos resultados. No soportamos los procesos cuando éstos son lentos, y preferimos cosas de menor calidad, pero en el menor tiempo posible (¡¡¡hoy podemos tener pronta una torta de chocolate en dos minutos hecha en el microondas!!!)
El rey Salomón, sí, el hijo de David, al cual Dios le dio la sabiduría que jamás un hombre había tenido ni tendrá, dijo: "Todo tiene su tiempo"; como nos molesta eso en una época en la que es todo rápido!!! en la época del "fast-food", donde la tecnología nos ha entregado el mundo en nuestras manos, con apps que nos permiten pagar cuentas desde nuestro celular, ¡sin movernos de casa!, y sin embargo, seguimos viviendo a las corridas. No tenemos tiempo para visitar a quienes amamos, no tenemos tiempo para la familia, no tenemos tiempo para ir a la iglesia, y mucho menos tiempo para Dios.
Sigue diciendo Salomón (Eclesiastés 3); hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo: un tiempo para nacer, y un tiempo para morir; un tiempo para plantar, y un tiempo para cosechar...un tiempo para destruir, y un tiempo para construir; un tiempo para llorar, y un tiempo para reír; un tiempo para estar de luto, y un tiempo para saltar de gusto; un tiempo para esparcir piedras,
y un tiempo para recogerlas; un tiempo para abrazarse, y un tiempo para despedirse....
No nos habla de éxito continuo, nos habla de silencios, nos habla de lágrimas, de siembra a la espera de la cosecha, de tiempo de destruir, todo lo que hoy no queremos escuchar, porque no analizamos las frases que hoy leemos, mientras nos digan cosas que endulcen nuestros oídos u ojos.
Todo tiene su tiempo, y eso lo supo Job cuando estaba con una lepra en todo su cuerpo, en medio de las terribles pérdidas sufridas y una esposa que le incitaba a maldecir a Dios y morirse: Dios dio, Dios quitó, sea su Nombre bendito (Job 1:21) era su convicción, remata esa afirmación preguntando: ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? (Job 2:10).
Un Dios a nuestra semejanza
Hoy se confunde la espiritualidad con la "meditación, yoga, etc", nada mas lejos de la realidad. Es fácil mostrarnos reflexivos ante un mundo que cree todo lo que lee en internet, sin embargo, la persona espiritual es la que conoce la voluntad de Dios y renuncia a la propia para agradarle, porque no busca lo suyo, sino que sabe que la voluntad de Dios es "agradable y perfecta", la que tiene dominio propio, la que tiene el carácter compasivo de Jesucristo, la que tiene coherencia en lo dice y sus obras. Pero es mas fácil tomar un pedazo de madera y decir: "este es mi dios", tomar una filosofía barata, sin exigencias, sin compromisos, sin moral, y decir "todos los caminos llevan a Roma". Un dios hecho a nuestra semejanza, inventado, amoldado a nuestros caprichos y modas, ¡como que el Dios verdadero tuviera necesidad de un marketing engañoso!
La llevaré al desierto-
Así te dice el Señor: "No andarás en el desierto", wow, eso sí que es palabra de Dios, ese profeta está ungido. Sin embargo: Así te dice el Señor: "Te llevaré al desierto", ah no, ese falso profeta, no lo traigan mas porque espanta a la gente con sus maldiciones.Me topé hace un tiempo con un pasaje que se encuentra en Oseas 2:14
"Por eso, ahora voy a seducirla:me la llevaré al desierto y le hablaré con ternura"
A partir de ahi le dije a Dios: Llevame al desierto si el propósito del mismo es seducirme, hablarme con ternura, enamorarme de vos nuevamente, mirarte a los ojos. Y ¿qué pasó? Dios me respondió y me llevó a uno de los desiertos mas áridos de mi vida, llamado "año 2014". ¡¡¡Qué miedo le tenemos al desierto, a la soledad, al silencio!!! Siempre tenemos que tener la música encendida, la televisión, algún ruido de ambiente, y ni que hablar ahora, el paquete de datos activo para poder ver las actualizaciones de las redes sociales, y así tener al tanto a nuestros amigos que "fui al baño", "tomé el ómnibus", "estoy pensando en los niños de África", y así me lleno de "likes" en el muro. ..............................................continuará
Actualización 22/1/15
Hemos demonizado el silencio, los tropiezos, los errores, los fracasos, los procesos. Relata la Biblia un caso interesante que sufre un cierto paralelismo con esto que quiero dejar plasmado en este pensamiento: Resulta que Abram llegó a Egipto con Sarai, su esposa "Y aconteció que cuando estaba para entrar en Egipto, dijo a Sarai su mujer: He aquí, ahora conozco que eres mujer de hermoso aspecto; y cuando te vean los egipcios, dirán: Su mujer es; y me matarán a mí, y a ti te reservarán la vida" Génesis 12: 11-12- La expresión que me surge al leer este pasaje es: ¡qué banana este Abram! ¿¡recién ahí se vino a dar cuenta de que su mujer era hermosa!? Y casi instantáneamente me doy cuenta de que sucede en muchos matrimonios en donde la rutina se apodera de tal forma que ya ni miramos a los ojos a nuestro cónyuge, olvidando aquello que un día nos atrajo tanto. Cuantas veces escuchamos o hacemos el reclamo de tiempo, saca los ojos del celular, de la compu, de la tele, etc. Hace poco me pasó una situación doméstica: Resulta que cada mañana al salir a trabajar, Ana me espera en la puerta para despedirme, con la mochila en mano que contiene mi almuerzo. Hay días que me levanto de mal humor por el sueño (me encanta dormir), que apenas le doy un beso de despedida. Un día, rendida por el sueño, Ana no se levantó, y tuve que agarrar mi mochila y salir a hurtadillas para no despertarla; la sensación de vacío fue tan grande mientras iba rumbo a la parada del ómnibus que entendí la importancia de los pequeños detalles que muestran cuán importante es la persona que tenemos a nuestro lado. ¡A veces necesitamos perder para valorar! ¿Qué tiene que ver ésto con Abraham, Dios, el desierto, los tiempos? Déjeme explicarle: De la misma manera que estamos acostumbrados a tener a nuestro cónyuge al lado que no valoramos su hermosura, como le pasó a Abram también, así mismo, estamos tan acostumbrados a que Dios esté a nuestro lado que ya no vemos la hermosura de sus bendiciones, sus detalles, su amor, y ¡¡¡es que no tenemos tiempo para verle a los ojos!!! Tenemos tantas interferencias, trabajo, eventos, reuniones, cultos, nos llenamos de actividades, y olvidamos los momentos de intimidad. Entonces, en su obstinado amor, Dios dice: No quiero perderte, te voy a seducir, te voy a hablar con amor, te voy a llevar al desierto, y allí en la tienda te voy a amar en la intimidad. ¡My God! ¡¡¡es una propuesta romántica al extremo!!! Ni el más romántico del mundo puede igualar la propuesta de éste Dios amoroso y detallista; luz de velas, o aún mejor, de noche estrellada, bebiendo el mejor vino, en medio de la nada, sin ruidos, sin hijos, sin personas alrededor, solo tú y yo, pero en el desierto, para que me mires a los ojos y recuerdes mi hermosura, y así me permitas verte, acariciarte, y amarte como en nuestra luna de miel, para que recuerdes que eres mía y yo soy tuyo........
Actualizacion Nº2 22/1/15
El poder seductor de Dios es muy fuerte, porque su interés por nosotros es tal que siempre busca llamar nuestra atención a como dé lugar. Jeremías lo supo cuando se quiso alejar de Él: Me sedujiste Señor, y me dejé seducir, fuiste mas fuerte que yo- (Jeremías 20:7). Entonces, no siempre vivir momentos de desierto es malo, puede llegar a significar una cita romántica con Dios, una oportunidad para que nuestro corazón vuelva a palpitar con tanta celeridad como antes, que estemos dispuestos a todo, al punto de arriesgar nuestra propia vida por una noche de intimidad con el amor de nuestra vida, aunque sea, en el desierto.
Ahora que entendimos que el desierto no es tan terrible, podemos caminar tranquilamente, sabiendo que Él tiene el absoluto control de todo, no hay detalle que se le escape. Citamos y re citamos "a los que aman a Dios todas las cosas le ayudan a bien" Romanos 8:28, pero al momento de vivirlo gemimos con una especie de chantaje: "si te estoy sirviendo Dios, ¿por qué me pasa esto? ayúdame porque estoy dedicándome a servirte. Me parece oír la voz de Dios diciendo: - te ayudaré porque te amo, no por tus servicios, pero mis pensamientos no son los tuyos, y mis caminos son mas altos que tus caminos, déjame ser Dios.
Todo tiempo pasado fue mejor
Nos resentimos muy fácilmente, siempre estamos esperando de los demás algo que tal vez no estamos dispuestos siquiera a dar nosotros mismos. Cuántas veces escuchamos o leemos frases como: En las malas no estuviste conmigo, no me llama ni el loro (bueno, esa frase es usual en mi). Nos resentimos cuando quedamos solos, y no hemos pensado que tal vez Dios mismo no quería que nadie interfiriera con el trato que Él quería tener con nosotros, para así aprender a depender solamente del sustento suyo. Así añoramos las viejas amistades, los viejos círculos, solo para darnos cuenta al encontrarlos, que nada es lo mismo. He tenido en la vida terribles amigos, con los que éramos uña y carne, y hoy por hoy, no pinta reunirnos, porque estamos en otra sintonía, ¿es malo eso? no, quedemos con el buen recuerdo de lo vivido y sigamos mirando hacia adelante. He conocido gente que se ha quedado estancada en círculos viciosos, de amistades tóxicas, y cual droga potente, no han podido dejarlo, el resultado es toxicidad al mas alto nivel, siempre hablan de los mismos temas, y por lo general, no son temas de bendición, sino que lo único que saben es hablar mal de los demás, juzgar, condenar, y como están viciados, dentro de la zona de confort, y no hay quien les haga reaccionar, viven toda la vida en esa monotonía. En un momento en que las abejas están trabajando en el panal, puede sentirse un sonido muy fuerte, esto se debe a que un grupo de las obreras baten sus alas para que el aire comience a rotar, logrando así, que el aire que está viciado, sea suplantado por aire nuevo. Entonces tenemos que comprender que hay relaciones que no las tenemos que perseguir, es más, me atrevo a decir, que no hay ni siquiera que buscarlas. Esto no es una invitación a ser ingrato con aquellas personas que fueron de bendición en algún momento de nuestra vida, pero en ciertas ocasiones hay que fijarse en la fecha de vencimiento de ciertos productos. No estoy comparando a las personas con productos, no se enoje, estoy diciendo que no sirve perseguir ciertas relaciones porque en otro tiempo fueron buenas. Quédese con el mejor recuerdo, sea agradecido por lo que vivió, pero siga hacia adelante. Los tiempos pasado son mejores porque ya los pasamos, pero el presente también formará parte del pasado, y no es inteligente querer volver a atrás. Soltá el pasado cabezón, no hay vuelta atrás, fue bueno, pero hay algo mejor en el presente y futuro! Entendidos en los tiempos, es reconocer que hay personas o situaciones que han forjado lo que hoy somos, pero no podemos perseguirlas todas la vida, porque son temporales.
.........................................
Incertidumbre por el futuro.
Nada hace el Señor sin anunciarlo antes a sus siervos los profetas....to be continued
Actualización 22/1/15
Hemos demonizado el silencio, los tropiezos, los errores, los fracasos, los procesos. Relata la Biblia un caso interesante que sufre un cierto paralelismo con esto que quiero dejar plasmado en este pensamiento: Resulta que Abram llegó a Egipto con Sarai, su esposa "Y aconteció que cuando estaba para entrar en Egipto, dijo a Sarai su mujer: He aquí, ahora conozco que eres mujer de hermoso aspecto; y cuando te vean los egipcios, dirán: Su mujer es; y me matarán a mí, y a ti te reservarán la vida" Génesis 12: 11-12- La expresión que me surge al leer este pasaje es: ¡qué banana este Abram! ¿¡recién ahí se vino a dar cuenta de que su mujer era hermosa!? Y casi instantáneamente me doy cuenta de que sucede en muchos matrimonios en donde la rutina se apodera de tal forma que ya ni miramos a los ojos a nuestro cónyuge, olvidando aquello que un día nos atrajo tanto. Cuantas veces escuchamos o hacemos el reclamo de tiempo, saca los ojos del celular, de la compu, de la tele, etc. Hace poco me pasó una situación doméstica: Resulta que cada mañana al salir a trabajar, Ana me espera en la puerta para despedirme, con la mochila en mano que contiene mi almuerzo. Hay días que me levanto de mal humor por el sueño (me encanta dormir), que apenas le doy un beso de despedida. Un día, rendida por el sueño, Ana no se levantó, y tuve que agarrar mi mochila y salir a hurtadillas para no despertarla; la sensación de vacío fue tan grande mientras iba rumbo a la parada del ómnibus que entendí la importancia de los pequeños detalles que muestran cuán importante es la persona que tenemos a nuestro lado. ¡A veces necesitamos perder para valorar! ¿Qué tiene que ver ésto con Abraham, Dios, el desierto, los tiempos? Déjeme explicarle: De la misma manera que estamos acostumbrados a tener a nuestro cónyuge al lado que no valoramos su hermosura, como le pasó a Abram también, así mismo, estamos tan acostumbrados a que Dios esté a nuestro lado que ya no vemos la hermosura de sus bendiciones, sus detalles, su amor, y ¡¡¡es que no tenemos tiempo para verle a los ojos!!! Tenemos tantas interferencias, trabajo, eventos, reuniones, cultos, nos llenamos de actividades, y olvidamos los momentos de intimidad. Entonces, en su obstinado amor, Dios dice: No quiero perderte, te voy a seducir, te voy a hablar con amor, te voy a llevar al desierto, y allí en la tienda te voy a amar en la intimidad. ¡My God! ¡¡¡es una propuesta romántica al extremo!!! Ni el más romántico del mundo puede igualar la propuesta de éste Dios amoroso y detallista; luz de velas, o aún mejor, de noche estrellada, bebiendo el mejor vino, en medio de la nada, sin ruidos, sin hijos, sin personas alrededor, solo tú y yo, pero en el desierto, para que me mires a los ojos y recuerdes mi hermosura, y así me permitas verte, acariciarte, y amarte como en nuestra luna de miel, para que recuerdes que eres mía y yo soy tuyo........
Actualizacion Nº2 22/1/15
El poder seductor de Dios es muy fuerte, porque su interés por nosotros es tal que siempre busca llamar nuestra atención a como dé lugar. Jeremías lo supo cuando se quiso alejar de Él: Me sedujiste Señor, y me dejé seducir, fuiste mas fuerte que yo- (Jeremías 20:7). Entonces, no siempre vivir momentos de desierto es malo, puede llegar a significar una cita romántica con Dios, una oportunidad para que nuestro corazón vuelva a palpitar con tanta celeridad como antes, que estemos dispuestos a todo, al punto de arriesgar nuestra propia vida por una noche de intimidad con el amor de nuestra vida, aunque sea, en el desierto.
Ahora que entendimos que el desierto no es tan terrible, podemos caminar tranquilamente, sabiendo que Él tiene el absoluto control de todo, no hay detalle que se le escape. Citamos y re citamos "a los que aman a Dios todas las cosas le ayudan a bien" Romanos 8:28, pero al momento de vivirlo gemimos con una especie de chantaje: "si te estoy sirviendo Dios, ¿por qué me pasa esto? ayúdame porque estoy dedicándome a servirte. Me parece oír la voz de Dios diciendo: - te ayudaré porque te amo, no por tus servicios, pero mis pensamientos no son los tuyos, y mis caminos son mas altos que tus caminos, déjame ser Dios.
Todo tiempo pasado fue mejor
Nunca digas: ¿Cuál es la causa de que los tiempos pasados fueron mejores que éstos? Porque nunca de esto preguntarás con sabiduría. Eclesiastés 7:21Vivimos persiguiendo el pasado, y luego nos preguntamos por qué no avanzamos. He pensado en el tema de las amistades, de los círculos en que a veces nos encontramos, en las relaciones con diferentes personas. Leía los otros días algo referido a esto y es que justamente hay personas que pasan por nuestra vida por una época, son usadas por Dios para bendecirnos, pero luego siguen su camino. Le pasó algo así al Etíope que iba en su carro por el desierto y de repente se le presenta Felipe, quien le explica el significado del pasaje bíblico que estaba leyendo, lo llevó a los pies de Jesús, y siguió su camino, desapareciendo de su vista (Hechos 8:26- 40). Otra vez encontramos un desierto como escenario.
Nos resentimos muy fácilmente, siempre estamos esperando de los demás algo que tal vez no estamos dispuestos siquiera a dar nosotros mismos. Cuántas veces escuchamos o leemos frases como: En las malas no estuviste conmigo, no me llama ni el loro (bueno, esa frase es usual en mi). Nos resentimos cuando quedamos solos, y no hemos pensado que tal vez Dios mismo no quería que nadie interfiriera con el trato que Él quería tener con nosotros, para así aprender a depender solamente del sustento suyo. Así añoramos las viejas amistades, los viejos círculos, solo para darnos cuenta al encontrarlos, que nada es lo mismo. He tenido en la vida terribles amigos, con los que éramos uña y carne, y hoy por hoy, no pinta reunirnos, porque estamos en otra sintonía, ¿es malo eso? no, quedemos con el buen recuerdo de lo vivido y sigamos mirando hacia adelante. He conocido gente que se ha quedado estancada en círculos viciosos, de amistades tóxicas, y cual droga potente, no han podido dejarlo, el resultado es toxicidad al mas alto nivel, siempre hablan de los mismos temas, y por lo general, no son temas de bendición, sino que lo único que saben es hablar mal de los demás, juzgar, condenar, y como están viciados, dentro de la zona de confort, y no hay quien les haga reaccionar, viven toda la vida en esa monotonía. En un momento en que las abejas están trabajando en el panal, puede sentirse un sonido muy fuerte, esto se debe a que un grupo de las obreras baten sus alas para que el aire comience a rotar, logrando así, que el aire que está viciado, sea suplantado por aire nuevo. Entonces tenemos que comprender que hay relaciones que no las tenemos que perseguir, es más, me atrevo a decir, que no hay ni siquiera que buscarlas. Esto no es una invitación a ser ingrato con aquellas personas que fueron de bendición en algún momento de nuestra vida, pero en ciertas ocasiones hay que fijarse en la fecha de vencimiento de ciertos productos. No estoy comparando a las personas con productos, no se enoje, estoy diciendo que no sirve perseguir ciertas relaciones porque en otro tiempo fueron buenas. Quédese con el mejor recuerdo, sea agradecido por lo que vivió, pero siga hacia adelante. Los tiempos pasado son mejores porque ya los pasamos, pero el presente también formará parte del pasado, y no es inteligente querer volver a atrás. Soltá el pasado cabezón, no hay vuelta atrás, fue bueno, pero hay algo mejor en el presente y futuro! Entendidos en los tiempos, es reconocer que hay personas o situaciones que han forjado lo que hoy somos, pero no podemos perseguirlas todas la vida, porque son temporales.
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Incertidumbre por el futuro.
Nada hace el Señor sin anunciarlo antes a sus siervos los profetas....to be continued
Exelente.le seguiré de hoy en adelante .desde la costa espacial de la florida central. Pas. Gabriel Urdaneta Calderón.
ResponderEliminarMuchas gracias lo dices x q lo has vivido .ka verdad nos hace libre
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