Lo importante es la dieta. By Oskar Darío (Extracto de "Más amo a mi perro")



LO IMPORTANTE ES LA DIETA.


¿Qué pasa si usted lee éste tipo de noticias? “Obligan a usar pañales a empleados de la industria avícola de EE.UU. para que no dejen de producir”
¿En qué piensa? 
Una cantante famosa, a la cual solía “seguir” en Facebook, compartió ésta indignante nota.
Pero algo no menos indignante, al menos para mí, fue lo que a nota personal ella ponía, pues la publicación iba acompañada de un mensaje de su parte, que decía algo así: “Viendo esta noticia, me pongo a pensar, que deberíamos revisar nuestra dieta, lo que estamos comiendo, al ver las condiciones en las que se trabaja en estas fábricas”. ¿What´s?
Paso a otras dos noticias, más recientes  al momento de estar escribiendo éste capítulo. Una de ellas sucedió en Chile: “Matan a 2 leones para salvar a un hombre que saltó a su jaula, en el Zoológico Nacional de Chile”. Y la otra en Estados Unidos “mataron a gorila de zoológico para salvar a niño”
¿Puede imaginar los comentarios que pueden llegar a desatar estos artículos? No habrá faltado quienes hayan condenado a quienes mataron a los animales (digo esto porque no entré a leer comentarios), quienes hayan dicho en el primer caso, que si el hombre quería suicidarse era problema de él y no de los animales, etc. En el segundo caso, la condena a los descuidados padres que dejaron que su hijo de 4 años cayera 2 metros y diera a donde estaba el gorila.
El descuido de los padres es condenable, por supuesto, pero no es a lo que apunto con estos 3 artículos que puse a modo de ejemplo. A lo que voy es que el mundo se ha vuelto tan radical, tan frío, tan apático, que la vida humana no vale nada. Está de menos que hayan tenido que matar estos animales, pero si por morbo, te metes a leer los comentarios, mientras escribía las primeras líneas nos picó la curiosidad, uno dice que hay que dar pena de muerte a los que protegieron la vida de un niño de 4 años. ¿En qué nos hemos convertido? ¿Tan errado estoy, que esto me parece irracional? ¡Emitimos juicios, condenas, solamente leyendo el encabezado de una noticia!
Volviendo a la persona famosa, argumentaba a favor del veganismo y sus ventajas, y allá casi inadvertido, hacía una pequeña mención a la condición inhumana en la que trabajaban estos empleados. La humanidad ha optado por odiarse a sí misma, ha levantado la bandera en pro de los animales, o el planeta, u otras causas, para apuntar sus misiles contra el peor enemigo, el ser humano. Es acá donde vuelvo a aclarar que me parece respetable, no juzgo, a quienes tratan a los animales como parte de su familia, las fundaciones que rescatan a los indefensos, etc, pero no es lo que estoy discutiendo. Intento hacer un análisis de cuáles han pasado a ser nuestros valores. Sigamos ayudando al animal herido, desamparado, abandonado, pero ¿era necesario sacar nuestra mirada de la sociedad? ¿Acaso no nos damos cuenta que a quien estamos criticando, ejecutando, odiando, es a nosotros mismos? En Uruguay salió una ley que pena el maltrato animal, ¿es mala esa ley? ¡¡¡Por supuesto que no, bienvenida sea!!! Ahora mi pregunta es: ¿qué tan comprometidos estamos con nuestro prójimo? Leía un pensamiento por ahí que decía que estamos perdidos cuando rasgamos nuestras vestiduras por un caballo que está tirando de un carro, y no nos indigna que seres humanos tengan que revolver la basura para comer. Es terrible ver lo que sufre un caballo, cuando muchas veces se caen de tan cargados que van los carros, pero, ¿nadie grita por el que no tiene para comer? ¿Es necesario elegir entre uno o el otro? Echémosle la culpa al ser humano por cómo está el mundo, pero comencemos por el espejo porque somos parte de esta decadencia, de ésta degeneración. El mundo ha levantado una bandera hipócrita de “ideales”, luchas que lo único que hacen es alimentar su propio ego; como quiénes se sacan “selfies” sonrientes mientras van a ayudar a los damnificados por las inundaciones. Nos estamos perdiendo la satisfacción de ayudar genuinamente, de disfrutar momentos inolvidables, que han dejado de ser privados, por sacar fotos. No grabé el primer llanto de mis 2 hijos en el sanatorio al momento de nacer, pero te puedo asegurar que no me los borra nadie, no hay virus, problema informático, hacker, que pueda borrar de mi memoria, la primera vez que escuché el llantito de ellos diciendo a su manera: Nací, aquí estoy, vine para cambiarte la vida. Parece que lo que importa hoy es lo viral, es ser tendencia, hacer algo que aunque raye la ridiculez, si tiene aplausos, “me gusta”, habrá valido la pena. Nos hemos aferrado a lo virtual, a lo ficticio, y estamos destruyendo nuestro alrededor. Ese es el reflejo de nosotros mismos, que nos volvimos ególatras, individualistas e insensibles, rebeldes sin causas, o rebeldes con causas efímeras que distraen la mirada de la miseria que guardamos en nuestro corazón.

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